Hay veces que me quedo mirando el atardecer hasta caer en el crepúsculo y te veo entre sombras, en las nubes pintadas de colores en donde veo tus ojos y me duele no estar cerca de ti y verte a diario.
No me importa ya que te recuerdo en los atardeceres, ya sea en las montañas o en el filo del océano.
Caigo en el crepúsculo de mi alma y sueño con tus manos y aveces con las mías acariciando tu silueta o escalando hacia el sol.
Abro una puerta y detrás estas tu con tu mirada clavada en el horizonte mirando tu sombra desde el fin del mundo. Mirando al infinito y amo. Que de reojo me miras aun que no me lo haces saber para no perturbarme, y seguir siendo el mismo que Amas.
Si caigo rendido al día siguiente seguiría amándote por que no lo hago por temporadas, ni capricho, te amo por que eres lo mas bello que encontré para amar, hasta el fin de los tiempos.
Tan tierna mirada que atraviesa la campiña por los viñedos, con ojos de niña.
Que desde su ventana contempla las horas que pasan acariciando mi alma, donde con un beso al aire que se esparce galaxias y sin importar por donde yo valla me encuentra y me toca con la misma dulzura de cuando fuimos amantes.
Te amo Sol.
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